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Intervención del Presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón
Presentación proyecto industrial de horno eléctrico de ArcelorMittal
Hoy es un día importante para la historia industrial de Asturias. Un parteaguas que supone un antes y un después. Las decisiones que acaba de anunciar el señor Aditya Mittal inauguran otra etapa en nuestro desarrollo, una etapa que unos años atrás parecía inalcanzable. Esa es la primera lección de esta mañana: nunca se debe renunciar a ganar el futuro.
Un porvenir que será verde y digital, sin alternativa posible. Suena bien. A todos nos gusta pensar que ayudamos a combatir el calentamiento, a conservar un planeta vivo y habitable. Yo, que nací y resido en una población minera, sé bien de lo que hablo.
No obstante, no nos engañemos. Esta transformación será inevitable, pero también cara, y no sólo por la exigencia de costosas inversiones en tecnología innovadora. El precio será más alto si facilitamos la entrada de acero sucio de Estados que no asumen la lucha contra el cambio climático. El CO2 no conoce fronteras; nosotros, sí. Por eso el Gobierno de Asturias respalda las limitaciones a la importación de acero de terceros países que no cumplen con nuestros criterios ambientales. Necesitamos que la Unión Europea aplique cuanto antes el ajuste en frontera, tanto como frenar la especulación en el mercado de los derechos de emisión.
Sí, nos queda mucho por hacer.
Sé que esta mañana tenemos muchas razones para estar agradecidos. Presidente, señores Lakshmi y Aditya Mittal, celebro su presencia en Gijón para presentar una de las mejores decisiones que podía recibir Asturias: la consolidación de su proyecto siderúrgico. Es la garantía de que nuestro motor industrial superará con éxito el desafío de la transición ecológica.
Pocos días puede haber más gratos para un presidente del Principado. Comprobar el respaldo firme del Gobierno de España –gracias, Presidente, por demostrar con hechos que la agenda asturiana está presente en el Consejo de Ministros-, conocer la implicación de la familia Mittal, saber que las plantas de Gijón y Avilés protagonizarán uno de los proyectos más ambiciosos asociados a los fondos de la UE es una excelente noticia que sitúa la siderurgia asturiana a la vanguardia de la nueva economía, donde queremos, debemos y merecemos estar.
Si advierto que queda mucho por hacer es porque ahora empieza otro reto, el que lleva de las palabras a los hechos. En lo que corresponde a la Administración, facilitar la gestión de las inversiones con la mayor agilidad. Mi gobierno asume ese compromiso.
Asturias inició su crecimiento gracias al carbón. Ese comienzo no fue mérito nuestro, estaba en la entraña de la tierra. Ahora nos toca competir en la explotación de otro recurso que no depende del azar geológico: el talento. También lo asumimos. El centro de I+D de ArcelorMittal de Avilés es una referencia internacional y la apuesta del Principado por la ciencia y la investigación va a ser una constante. Es otra carrera en la que queremos estar a la cabeza.
Sabemos que no hay otro camino posible y les invito a recorrerlo juntos. Ustedes, hoy, de la mano del Gobierno de España, están abriendo las puertas al futuro industrial de Asturias. Al hacerlo, también están aceptando un riesgo. Les doy mi palabra de que vamos a compartirlo sin defraudarles. Tendrán todo nuestro apoyo.
A Asturias se la conoce con el sobrenombre del paraíso natural. Mucho tiempo se pensó que esa riqueza era incompatible con nuestra tradición fabril. Hoy mejor que nunca sabemos que esas dos realidades pueden convivir. Que podemos ser, a la vez, un paraíso natural y liderar con el Gobierno de España y ArcelorMittal la entrada en la nueva era de la economía verde y digital.
Gracias por ayudarnos a hacerlo posible.